Las nuevas tecnologías empleadas para robar

Venimos viendo desde hace un tiempo que en internet empiezan a ver la luz un modelo de videos engañosos en donde se logra que parezca que una persona ha hecho o comentado algo que de ningún modo ha pasado, todo esto gracias a la inteligencia artificial. Estos engaños han llegado de manera muy precipitada al mundo del cibercrimen.

Podemos poner el ejemplo, los deepfakes son una plaga en el ciberespacio y su principal objetivo es el engaño, la manipulación y el robo; esto, normalmente, se advierte cuando se sitúa la cara de una persona en el cuerpo de otra en un video o hacer que sus gestos faciales aparenten que comenta algo que es mentira.

Parece ser que los ladrones, a mediados del 2019, contactaron con una compañía de energía de Gran Bretaña anexa de otra compañía alemana y comenzaron a usar un programa de falsificación de voz, donde se hicieron pasar por el Director General alemán de la empresa y mandaron al director de la empresa británica a traspasar más de 200.00 euros a un distribuidor de Hungría.

La víctima, al reconocer la voz del Director General, no sospechó en ningún momento y realizo sus instrucciones, procediendo a realizar el traspaso a Hungría. Posteriormente ese dinero pasó a Sudamérica y fue moviéndose sucesivamente a otros lugares del planeta, hasta que se desvaneció del mapa.

Este timo, a través de llamadas telefónicas y por voz se le denomina como “vishing”. Estos sistemas de deepfake consiguen que los timadores sean más convincentes para que sus víctimas desconfíen menos y crean en ellos.

Todavía las autoridades continúan con la investigación del caso y la empresa, gracias a su compañía aseguradora, ha conseguido recuperar su dinero. Pero es importante señalar que no deja de ser un suceso que muestra los peligros que los usuarios se pueden encontrar con las nuevas tecnologías.